domingo, 23 de agosto de 2015

Escuchar D E S E O S






Se trató de la primera dinámica grupal. Cada participante escribió sobre las siguientes preguntas:


¿Cómo quiero/deseo que sea el aprendizaje y la enseñanza en este grupo? 
¿Qué cosas quiero/deseo cambiar de mi experiencia pasada?

Después cambiamos el orden del espacio y nos dispusimos en círculo, para vernos cuando hablamos, que es una fórmula muy antigua para ayudar a la escucha y el diálogo. Dice Sennett:



Esta cita es de una de las lecturas propuestas, y sirve ir comentándola porque Sennett hace una distinción clave entre las habilidades declarativas y las habilidades dialógicas de la comunicación. En la cultura de la competitividad se valora las habilidades orales del conferencista, el "hablar en público", como una clave para un supuesto éxito social, profesional y laboral. Si observamos con más cuidado el contexto en el que estás habilidades se despliegan, vemos situaciones sociales donde la comunicación es prácticamente unidireccional. El o la conferencista es una cabeza parlante, como el nombre de la banda (Talking Heads). 

Muy distinto es con-versar. Tendremos oportunidad de profundizar sobre esta diferencia en la comunicación, y la importancia del diálogo en la sociedad. 

Sobre nuestra dinámica, dimos el tiempo a cada uno/una para expresar sus deseos. La función del facilitador, o sea yo, fue apuntar las ideas principales en el pizarrón (pongo las fotos abajo), pedir que desarrollaran un poco palabras o afirmaciones que pueden no quedar claras para todos, y comentar un poco de lo que me provoca cada participación (un ejemplo, una anécdota, una idea relacionadas).

Hay que tomar nota de las pocas y precarias situaciones con las que contamos en la vida cotidiana para hablar y escuchar sobre nuestros deseos sociales. ¿Dónde están esas situaciones, dónde se presentan? 

Siento que la dinámica fue un buen momento para establecer los vínculos del grupo. Ahora a esperar que el grupo comience a publicar sus diarios de aprendizaje. Gracias a todo@s.




viernes, 21 de agosto de 2015

Comunidad saboteadora de blogs

Pongo en esta entrada un padlet con materiales que seleccioné sobre blogs, su historia, cómo hacerlos, consejos y un artículo académico, ya que hoy comenzamos en el laboratorio a trabajar los blogs individuales y la comunidad saboteadora de blogs. 









Propuesta de blog individual y funcionamiento de grupo de blogs

Mínimos elementos:

-Diario de aprendizaje (una entrada quincenal, 8 entradas semestrales)
¿Qué es un diario de aprendizaje? 

-Reflexión de lecturas (una por cada texto)
Creación grupal de los elementos de estas entradas

-Curación de contenidos sobre el núcleo de indagación/creación
Mínimo cinco entradas

-Uso de etiquetas.
Cómo añadir una lista o nube de etiquetas en tu blog

Cada blog personal debe ligarse a los otros blogs:

-Colocando una lista de los blogs del grupo.


-Haciendo comentarios a los blogs del grupo.

Para crear una pequeña comunidad de aprendizaje:

-Participar en la comunidad de Google+ (publicando sus entradas del blog, dialogando, subiendo enlaces, etcétera)

Enlace a la comunidad






viernes, 7 de agosto de 2015

Saboteando la pedagogía de la crueldad, génesis de un núcleo de psicología social








El proceso de creación de un núcleo es siempre desordenado: tiene una imagen, producida en un mapa mental (de servilleta, mantel de papel, cuaderno o pizarrón), y una 'idea fuerza', expresada en un título (como el que he puesto a este blog), los cuales sirven para atraer ideas, imágenes, materiales diversos: lecturas (no solo de textos, o que conectan textos con experiencias), memorias, discusiones informales (de café, sobremesa, en Facebook o Twitter). A partir de ahí comienza a ocurrir que se forma una mirada (o una obsesión) que encuentra temas, vetas, hilos, pistas, huellas del núcleo en los pensamientos de la ducha, en las noticias de los diarios, en la tele, en la esquina o la plaza (que ahora se configuran como escenarios), en el transporte, en las charlas. Es un asunto detectivesco. 

Antes de llegar a la idea fuerza del núcleo, me estuve preguntando ¿cómo es que puedo aterrizar el programa de Psicología Social de la carrera de Promoción de la Salud?, y comencé a leer textos que tenía por ahí y recordar discusiones y temas que he seguido desde la licenciatura.  Vino a mí ayuda un libro que tenía en esa larga lista de pendientes, de Pablo Fernández Chiristlieb, quien fuera mi profesor de la facultad, Lo que se siente pensar o la cultura como psicología. De la lectura me quedó claro que un asunto clave que quiero para este curso es conversar sobre esa dimensión de lo "psicosocial". Cito a Pablo:

"esto que queda entre las cosas, entre la arquitectura y la conversación, entre el calor y la luz, entre el lugar y el espacio, entre lo interior y lo exterior, entre lo distante y lo cercano, entre la ternura y las piedras, no es algo que sea producido por los objetos que se relacionan, por las dos personas que interactúan, sino al revés, es esta cultura lo que es previo a ellos, anterior y más originario, y lo que produce a las dos personas, o como diría George Herbert Mead, uno de los más clásicos psicólogos sociales, no son dos personas las que hacen la conversación, sino la conversación la que hace a las dos personas. Por lo tanto, para comprender la realidad de la sociedad, parece más conducente averiguar en qué consiste esta realidad primigenia que averiguar cuáles son sus productos."  

En realidad los núcleos tienen una historia previa más o menos invisible en otros núcleos, en otros cursos (que hemos participado como docentes o estudiantes), en esos temas que se apoderan de nuestras notas marginales, en las conexiones dialógicas que hemos ido haciendo de meses o años atrás. La nota marginal es oportuna para entender esta historia previa si la aplicamos a la enseñanza. Igual que con los textos, las clases están llenas de notas marginales, de ideas que afloran pero "se salen del tema", de senderos intuidos que no seguimos por el recato del programa. Toda esta imaginación docente alimenta el nuevo núcleo, por eso siempre es bueno mantener una mirada de soslayo a las notas marginales de la enseñanza de las que abrevarán nuevas andanzas. 

A raíz del crimen de estado contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa se trastornó mi identidad docente, se dio un jirón que poco a poco fui expresando y dando palabras. Luego el semestre pasado en compañía de Emilia, Adrián, Francisco y Juan Carlos de LaTICFM nos aventuramos en un núcleo sobre el Amor que me condujo una y otra vez a repensar la enseñanza y un bonche de temas sobre el cuidado colectivo, las formas de narrar, la ayuda mutua, la memoria colectiva, todos ellos vinculados a esa dimensión "psicosocial" en  el contexto de la guerra actual en México.  Escribí para ese núcleo:

"Las narraciones que compartimos sobre lo que somos, de dónde venimos, cuál es nuestra posición en el mundo, cómo es el mundo, están modeladas fuertemente por los afectos, las pasiones, los vínculos. Llevamos historias en el cuerpo, son ellas nuestro mapa social y político. Investigar sobre el amor nos involucra en revisitar las hechuras y entuertos de estas narraciones, a palpar los silencios y los olvidos, y sin afán de disolverlos sacarlos al sol. La precariedad social de la guerra que vivimos seguirá en aumento, enfrentaremos una creciente ola de destrucción de vínculos y estructuras comunitarias que aún brindan algún soporte, un contexto en que la memoria se vuelve un recurso vital. Las prácticas de la memoria (la conmemoración, el reconocimiento, la evaluación, el recuerdo) son prácticas amorosas."

Aunque parezca que se anda solo (por ejemplo ahora yo con este núcleo para el curso de psicología social) siempre se va acompañado. En el tiempo de preparación y planeación (forma elegante de llamar al libre vagabundeo de ideas), los otros son muy importantes, no solo los otros virtuales con los que se discute en los textos, sino los otros colegas, amigos, familiares con quienes se va compartiendo el proceso. Es imperioso y saludable compartir el núcleo desde el inicio, y aún mejor crearlo en colaboración. Hace unos 7-8 años cuando la noción de núcleo estaba en su prehistoria, todo el chiste que nos condujo después a ponerle nombre y desarrollarla fue hacerlo juntos. Ni qué decir de cuando el núcleo está echado a andar con un colectivo: el grupo, los invitados, el equipo codocente y los colados moldean y transforman el núcleo como parte de su historia singular de aprendizajes. 

Leí la idea de "pedagogía de la crueldad" en una entrevista a la antropóloga argentina Rita Segato hace un par de meses. Unos días después apareció un artículo de Rossana Reguillo en el que mencionaba la idea de una "pedagogía de la macana". Ambas investigadoras hablan sobre la violencia en nuestras sociedades latinoamericanas, el caso de la mujeres y los jóvenes. De inmediato quise registrar estas pedagogías y comenzar a reflexionar sobre su conexión con la universidad, en un post al vuelo que titulé La máquina ilustrada y las nuevas pedagogías de la macana y la crueldad

Las conexiones que confluyen hacia este núcleo son muchas, una muy importante ha sido el diálogo intenso y continuo con mi amiga y colega de la UACM, María José Rodríguez, quien ha trabajado procesos de militarización en América Latina, y últimamente sobre la cultura del miedo.  La cito: 

"Las concepciones y estrategias militares, la presencia militar en los noticieros y en las calles, y la propia simbología militar se traducen en referentes que impregnan la cultura, y éste es uno los elementos más efectivos de la dominación. Somos re- socializados en una cultura del miedo y la guerra que se sostiene en la institucionalidad y legalidad modificada ad hoc. Así, vamos perdiendo nuestros parámetros de ubicación previos y tenemos que enfrentarnos a la desorientación en una sociedad violenta, y también violentada." 

Los llamamos núcleos de indagación/creación para enfatizar ambas partes. En primer lugar, la idea fuerza es, más que una pregunta, un cúmulo de preguntas que no alcanzan a expresarse de forma acabada, algo así como un horizonte de cuestionamiento. Un horizonte que invita a indagarse -andarse-, a movilizarse a la acción de buscar, perderse, encontrar diferentes rutas, conectar cosas aparentemente dispares, seguir hilos de Ariadna o migas de pan. El núcleo deshecha la arquitectura mental de los temarios, no sigue una trayectoria o línea consecutiva de temas (que en las (j)aulas son líneas de fotocopias). Se propone al grupo este horizonte de cuestionamiento, a través de provocaciones, y se deja que vaya tomando forma con los significados emergentes de una buena conversación. 

En segundo lugar, el núcleo busca formar un lugar donde se crean cosas, se crean pensamientos y sentimientos, o mejor pensamientos que se sienten como diría Pablo, se crean imágenes y metáforas, se crean textos e intertextos, se crean contenidos digitales, se crean acciones, se crean proyectos que toman vida, se crean relatos y una historia compartida. El trabajo de taller es fundamental también para promover una cultura de la colaboración, del diálogo y la escucha, en donde (¡Es un lugar!) se aprovecha la sinergia emotiva del hacer para potenciar la enseñanza y aprendizaje de todos los participantes. 

Para este núcleo he asumido el reto de incluir juegos y ejercicios del teatro del oprimido de Augusto Boal,  estrategia que sirva tanto para los procesos del grupo, como  para que los participantes puedan apropiarse una herramienta de trabajo en su praxis. Podría rastrear este interés en mis clases de teatro de la adolescencia, pero hay una influencia más cercana en el taller de teatro que Luisa Pardo compartió con nosotros el semestre pasado para nuestros núcleos de amor. Y es que el teatro conecta con la idea de multimodalidad que hemos trabajado en LaTICFM, es decir, entrarle al conocimiento de otras formas que, claro, proporcionan conocimientos que no se alcanzan de la manera en que siempre se hacen las cosas. Lo expresa Luisa en una entrevista que le hice (puse extractos por aquí):

"El asunto físico no solo es para desinhibirte sino también para desarrollar ideas completas. Cuando planeas una escena vale mucho la pena moverte en el espacio... igual sentarte y planear y hacer un mini guión, escribir algunas palabras, pero es importante que lo trates de probar en lo físico porque, digamos, que es lo concreto, no sé cómo explicarte... se concreta la cosa y es mucho más vívido. El asunto del pulso es un claro ejemplo, porque te puedes imaginar un pulso pero no es lo mismo imaginártelo que generarlo, que crearlo en el espacio y en el tiempo real. Y entonces la experiencia de eso, lo concreto, te da herramientas para seguir creando."

Ya tendremos tiempo en este blog de hablar de las propuestas de Boal y cómo trabajar con ellas.

Hace unos días conversé por teléfono con un antiguo amigo de la facultad de psicología, que hoy enseña ahí, Juan Carlos Huidobro. Le pedí asesoría para este núcleo, platicamos de psicología social, y es muy posible que sea uno de nuestros invitados en este curso. Coincidimos en un punto que me ayuda ahora a terminar este texto: hay muy poca producción de psicología social que valga la pena para investigar/intervenir los procesos colectivos-comunitarios, especialmente que permita entender los fenómenos de la violencia y la guerra en los que vivimos. Será, como dice Pablo, porque la psicología social abrió una puerta que después rara vez se atreve a cruzar. Está el trabajo, ya clásico, de Martí-Baró sobre la psicología de la guerra en Centro América, y no mucho más. 

Esta claro en la cita anterior de María José, y en la idea de la pedagogía de la crueldad, que la subjetividad colectiva, ese entre nosotros que nombra Pablo, es crucial para entender muchas de las claves de esta guerra, pero la psicología (social o no social) se ha encerrado en teorizaciones que no parten del mundos vividos e históricos.  Dejo aquí una cita de Rita Segato, a la que hay que poner nuestros signos de interrogación para partir al viaje:

"Sin la subordinación psicológica y moral del otro lo único que existe es poder de muerte, y el poder de muerte, por sí solo, no es soberanía. La soberanía completa es, en su fase más extrema, la de 'hacer vivir o dejar morir'. Sin dominio de la vida en cuanto vida, la dominación no puede completarse. Es por eso que una guerra que resulte en exterminio no constituye victoria, porque solamente el poder de colonización permite la exhibición del poder de muerte ante los destinados a permanecer vivos. El trazo por excelencia de la soberanía no es el poder de muerte sobre el subyugado, sino su derrota psicológica y moral..."


lunes, 3 de agosto de 2015

Diario in/docente 2



quería escribir sobre Rubén, Nadia y Yesenia, y sobre las otras dos mujeres que fueron asesinadas, pero no sé, tengo dudas.
quería escribir sobre el miedo silencioso que como cáncer se apodera de mis tuétanos, pero no sé, lo estoy sintiendo.
quería escribir para que los otros sepan que creo firmemente que este crimen se llama masacre y es un crimen paramilitar, o sea que esa cosa que llaman Estado está involucrada, pero no sé, para qué.
quería escribir que no tengo ninguna esperanza de que haya eso que se clama en redes sociales, justicia, porque: "Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. No hay lugar para nosotros en el mundo del poder".
quería escribir que este crimen del narcoestado es un mensaje con múltiples destinatarios, una comunicación del espectáculo de la crueldad, un feminicidio que incluye a un hombre como víctima feminizada, que entre otras cosas dice: "no hay lugar seguro para ti en esta guerra de mí contra todos y todo", pero no lo sé, con qué sentido.
quería escribir que después de la noche del 26 de septiembre de 2015 en Iguala, Guerrero, se desgarró para mí el mundo conocido y bajo esa inmanencia se me presenta todo objeto, relación y persona, pero no sé, ya no sé.


PD1: si, hay un error, el año es 2014 y no 2015, me di cuenta después de escribirlo. Lo dejo así porque es reflejo de esta desorientación del terror por la que parece que todo se repite.

PD2: los comentarios están activados